miércoles, 30 de abril de 2008

P.M

Nombrarte a las 16.00hs p.m es balancearme sobre el meridiano que decide que ésta es la hora del mate, la de los oficinistas que miramos el día correr por una ventana, la del taxista que pasea por Buenos Aires hasta que las 18.00p.m decidan ser hora pico.
¿Te dás cuenta de lo que te hablo?,
nadie hace el amor a las cuatro de la tarde un miércoles,
nadie toca la guitarra en el medio de la oficina como en un concierto de tacos que golpean pisos lustrados y teléfonos en la, o incluso eso, no les interesa investigar si el teléfono está en la, lo atienden pronunciando su nombre como si al que está del otro lado le importara, o eso también, no se ponen a pensar si realmente se presentan ante otros para tratar de reconocerse en medio de una rutina de 16.00hs.
No pasa porque lo elija, me es imposible dejar de ser sencible a las personas que atienden éste tipo de detalles, no puedo, creeme; pueden sonar absurdas cuando en realidad lo absurdo es que los defina como tal, o que a ésta hora, precisamente a ésta hora se me ocurra contarles que yo no me abrazaba a un meridiano que anunciaba las 16.00hs, quería el auténtico, el detalle justo en el momento más real. Y esas cosas, por darles un nombre, él no las captaba lo suficiente como para que lo titule protagonista.
Entonces, digamos, compró el whisky más caro (total, la literatura no paga) y corrió a vestirse con un par de palabras talle 42 aprovechando que a las 16.00hs p.m todos los negocios estaban abiertos, sin dejarme concluir en la historia de mercantilismos sentimentales a.m a las que pertenecía.

jueves, 24 de abril de 2008

Si me puedo recostar sobre ésta hoja,
si ésta hoja es un imperio de letras anudadas
no importa,
hoy te visitan
están acá hablandote desde tu voz mental.
Acá.
Cuidado con ésto
que comunica
nos comunica
a través de los sentidos.
Cuidado
el tacto en la hoja
los ojos
el gusto a la noche con fecha de vencimiento
los sonidos mentales.

Si me puedo recostar sobre ésta hoja
o balancearme en los renglones,
si me puedo permitir abrazarte
sin dialectica,
si cada letra está pegada a lo que fuimos
y si cuando arranqué la "a" del te amo
te mo
quedaron pedacitos de pegamento,
queda argumentado
el intento de despegarte totalmente
embeberte con alcohol
y acurrucarte en besos-algodones.

con ésto ya me iría a dormir.

sábado, 12 de abril de 2008

Preferentemente léase con la intención que se escribió.
Preferentemente léase! con la intención, ¿qué se escribió?.
Preferentemente. Lease! con la intención! ¿qué? ¿se escribió?.
Preferentemente con la intención se escribió.


Todavía me sigo perdiendo en los colectivos,
todavía no logré desenamorarme de la lluvia,
todavía me sigo sintiendo una extraña en ésta ciudad cada vez más porteña,
¿todavía seguís disparando acordes directos al alma?
¿todavía seguís pronunciando palabras que acurrucan ausencia?
¿todavía seguís confezando palabras etílicas por celular en la madrugada?
todavía no me olvidé como delimitar los pliegues de tu sonrisa con besos
todavía no me olvidé que renuncié al juego de la intrusa.

Preferentemente todavía.