martes, 24 de junio de 2008

En-Amor-Arte

Entonces, esa miradas de segundos (cinco, los conté) cronológicamente no había durado nada, sentimentalmente fueron años. Luchar contra eso, aliarse, ¿alianza?, esa, esa era la mirada, tan nueva, no se intuía descartable, era la consecuencia de la causa... en efecto dar un paso, dos, dos pasos hacia adelante sin zapatos... más descalzos que aquella mano debajo de la piel y esa... esa mirada.
Tan posible como necesario: comprendernos; pensar como real la existencia de la palabra exacta en relación con demasiado; in-creible (otra vez viajando entre células internas), increíblemente hermoso ver como las bocas bailaban en la lluvia reintegrando un todo con gestos lentos, era como dormir el día entre las manos en ese laberinto espacial; ni siquiera pronunciar la palabra intención subtitulando lo indescriptible.... porque esa escena vivía en pausa, entonces murmurabas palabras-puente y hundir los dedos era un concierto de sensaciones rebotando en forma de llaves. Envueltos en oscuridad. Envueltos.
En realidad... (montón de letras extraviadas).
(En)Tender las palabras en la soga del silencio sonriente, llovía, cierto, llovía, sigue lloviendo y no va a parar, no quiero que pare (se me escapó en voz alta, huyeron de mi boca las palabras...).
Y un concierto instantáneo suspiraba-inpiraba simétricamente el encuentro.

(Estoy usando palabras, se emocionan tanto cuando uno las incluye en donde no deberían respirar, son tan egoístas, mirálas... quieren aparecer, nos sonríen y forman una ronda alrededor nuestro, ni siquiera sospechan que nos unimos más al verlas, dejalas... la lluvia las destiñen y mueren ahogadas. -Dejabú-.)
No hay momentos más reales que aquellos que se esconden sin saberlo entre la palabra canción y nuestras bocas musicalmente expuestas.

domingo, 15 de junio de 2008

El punto es cuestion, coma es intución.

Respirame, estornudame algún acorde de intuición, hoy el bar nos rima y como cómplice regala una canción; te miro a vos después de éste punto y coma que delata una relacion de palabras con tu imagen, desde tus pestañas hasta éste vaso de cerveza inconcluso, o aquel hombrecito que me habla y no lo escucho, no, porque te miro y se me escapa de los ojos la palabra-oracion... esas que contienen pocas letras pero su tamaño es mínimo al lado de un libro de Tolstoi, y pienso que los mejores mercantilismos los hago yo porque vos no te das cuenta, y el reflejo en el espejo, y Charly gritandome "vampiro!" o simulando ser un gato de metal que no habla con extraños,
(¿y si al extraño le agrego un "te"?) ésto es un lío de letras, ésto es una servilleta que se muere por ser carta.

Encontrame, soy una estrofa que salió a buscar tu voz.

Investigame, desarmando cada palabra de ésta oración, vas a sentirte protagonista de ésta guerra de besos que se oxidan y corren por todo el bar, allá en la mesa, acá en la silla, o acá... en ésta servilleta que se autodefine como trinchera del presente.

(ésta guerra de ojos que se aproximan...)

martes, 10 de junio de 2008

Inconciente Colectivo

La preocupación de no encontrar monedas para volver a casa.
INDIQUE SU DESTINO AL CONDUCTOR,
¿cómo voy a resumirle al Sr. X que por noventa centavos extorcionados en la compra de un dos corazones (metáfora intrusa) está todo dicho en éste ajedrez de chocolate?.
Habrá que empacharnos un poco mas sin necesidad de mercantilismos dulces para viajar al tiempo del después... Y que no aparezcan los recuerdos embarazados de razones para no ceder asientos.

El timbre en el colectivo significa una despedida desde donde estoy para situarme a donde voy,
el timbre en el portero de mi departamento es una llegada, un hola... bajo a abrirte porque hasta ayer alguien salió y cerré con llave.

( Y si la verdad es esa llave inmediata al destino la guardo como dato en éste archivo en forma de moraleja para poder consumir lo dulce del encuentro; lo prometo).

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Y ayer...

Anoche fui al hospital a ver a Marcos de nuevo; cada vez que le digo "me voy" es un problema y se me activan los lagrimales: las pastillas que le recuerdan cada ocho horas lo mal que está, amplax, calmantes, etcéteras, las visitas rapidas de doctores que lo tienen al tanto de su condición, lo inyectan, analizan, recetan, Pablo diciendome que si quiero seguir viendolo voy a tener que bancarme los estados de ánimo, que no es él... es su neurosis, suspiro, se va un día mas; me grita que no me vaya, que siempre lo abandono, y me hace acordar tanto a mi papá que asusta esa imagen, o para peor, ese sueño de goma espuma como vientre desde donde yo intentaba saltar y las puertas estaban cerradas desde siempre.

Salgo, me siento en la escalera, prendo un philip y Pablo, psiquiatra matriculado, me abraza sin pedir permiso para sentarse:

- Ro, mirá, Marcos no está bien, ultimamente está agresivo y anoche me preguntaba por vos, por eso te llamé, pero no se si va a estar bien que sigas viniendo. Una vez me hablaste de que Rosa era una acción terapeútica negativa para él...

- Rosa no, la sobredosis de medicamentos que le da Rosa.

- Bueno, eso, y... creo, que ese papel lo estás teniendo vos ahora, Marcos piensa que se va a escapar con vos, que vos lo entendes, que vos ésto y lo otro, y fantasea, y para vos no es sano, ni para tus ojeras ni para tu mente, pensalo...

- no voy a dejar de venir, Pablo.

- Abandonaste la psicología hace un año y te aferraste a Marcos como si fuera lo unico que te queda en la vida, ¿te pensas que no te veo en la parada del colectivo llorando? Rocío sos joven, la salud mental es algo jodido, salí de acá adentro, como te dijo Marcos: SALVATE.

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si salvarse es abandonar, no creo que salvarme sea mi elección.