acoso textual

entonces ahi es cuando me encontré libre en tiros mentales, y mirá que tuve que entender los ojos sentenciantes de las personas cuando estuve frente al arco sola y la tiré afuera; guardé muchas tarjetas multicolores, entendí el daltonismo que prefieren algunos, abracé la música, lloré en un escenario tratando de seguir cantando con la voz entrecortada, me emocioné con Spinetta entre cincuentones que contaban sus anecdotas cuando los milicos los seguían, y la puta madre, eso es vivir, ESO, no es que salgas y un pelotudo te empuje total con el cuerpo vale, o un vocinazo teñido de "welcome to Buenos Aires", no, es cruzar el río y ver que si, que hay otra vida, y encima en plural, y encima con etcéteras, y conocés gente que se queda, que está de paso, que se va o que sabés, porque en el fondo siempre sabés, que se van a quedar, y Da, y Mely y Sil y el Tío, y Corchito y Mauro y Biga León Richie Joel y los que no nombro y los que nombré en algún momento y que se yo que cosa más si no hablo de cosas, si ni siquiera hablo, si hasta llegué a dejar mi vida momentaneamente en una canción para ver si alguien de pasada saludaba y que bueno fue mientrás duró pero lo unico real es el silencio unísono cuando sabés, porque en el fondo siempre sabés y yo, mientras camino Buenos Aires, o ella me camina a mi entre ruidos, hoy, prefiero mantener el pensamiento de la nenita de rulos que tenia cinco años y en un video del jardín dice "la gente no es mala, los cuentos están mal contados y los protagonistas se vuelven malos por eso".